Aterrizaje es un dúo danza / circo donde la caída se convierte en el motor de la coreografía. La gravedad y el vuelo se responden mutuamente. Dos hombres, singulares y juntos, singularmente juntos. Dos hombres que se caen y se levantan. La emoción y la poesía emergen luego a través de las variaciones en la energía de los gestos y luego a través de los vínculos que se tejen en esta dualidad. Este espacio de rebote participa en la evolución de las carrocerías en suspensión. Jugando con contrarios y complementariedades, esta danza a veces aérea, percusiva, lenta y enérgica es una partitura que da un lugar privilegiado a las individualidades, a las personalidades con la preocupación constante de mantener un vínculo entre ellas. En una situación de apoyo o contacto extremo, el gesto que está disponible en el espacio es desde el más pequeño hasta el más espectacular. Los bailarines trastornaron sus cuerpos, sus percepciones, sus emociones, sus hitos, sus bailes.